sábado, 30 de enero de 2010

El dinero

Ya estoy hasta los cojones del dinero.

Mexplico, todas las personas con una mínima capacidad de discernimiento tenemos claro que lo que se puede pagar con dinero es barato, es decir las cosas realmente importantes en la vida, es imposible ponerles precio, aunque siempre hay algún sinvergüenza que dice que todo tiene precio, o era todos?, Yo creo que era todos, por que ¿Como ponerle precio a la libertad? o ¿Como ponerle precio al odio que se tiene al que te la quita?

Por supuesto, si estás leyendo esto, tienes acceso a Internet, tienes tiempo para leerlo, por lo que te puedes considerar una persona afortunada, pero también preguntate.

  1. ¿Ha habido algún día de tu vida que no hayas comido, teniendo hambre? ;-)
  2. ¿Ha habido algún día de tu vida en que no hayas tenido ropa con la que vestirte?
Si es así, despierta el dinero solo te dará sensaciones placenteras pero, hay amigo ¡

EFÍMERAS ¡

viernes, 22 de enero de 2010

Volviendo a los origenes. - Nire bizitza 01

En estos momentos en que estoy perdiendo toda referencia política, social, ideológica y humana, se hace más imprescindible que nunca, volver a mis orígenes, para intentar comprender, cuando fue el momento en que me salí del camino de la vida en libertad.

Como muy bien dice Lucio, mis orígenes humildes, soy hijo, nieto y bisnieto de agricultores, me enseñaron muy pronto a perder el respeto a todo lo establecido, iglesia, militares, políticos y demás gentuza que nos dicen continuamente lo que según ellos, está bien o está mal, olvidandose de algo intrinseco en el ser humano, el libre albedrío.

Debido a mi situación familiar, mi padre siempre estaba trabajando en el campo, siempre mirando al cielo, para ver que tiempo haría el día siguiente, mi madre intentando sacar adelante, la familia y la casa. Mi madre, como todas las mujeres de su generación, siempre ha llevando la responsabilidad de una familia, que es a la vez su gozo y su esclavitud. Como iba diciendo, debido a mi situación familiar me refugié en los libros, desde muy pequeño, leía, leía y leía, me iba muy pronto a la cama, y ahí soñaba, reía, aprendía, pero sobre todo era un espíritu libre, que tenía fantasías sociales, de justicia, de igualdad (equivalencia social) y libertad.

Cuando tenía la edad de ocho o nueve años, mis horizontes culturales se ancharon hasta el infinito, al empezar a coger libros de la biblioteca de Lerín, algunos de los primeros ejemplares que cayeron en mis manos fueron libros de Bakunin y Proudhon, de los que luego conocí que son los Padres del anarquismo, esos libros me hicieron comprender, que la verdadera fuerza de un individuo está en su interior, que hay que actuar conforme a nuestros sentimientos y a nuestros ideales, sin tener en cuenta los intereses, ni las ordenes de todos aquellos que nos quieren controlar hasta en lo más intimo.

Por todo ello me hice anarquista.




Volviendo a los origenes.

En estos momentos que nos encontramos despojados de toda referencia, etica, politica o social, se impone una vuelta a los origenes personales, para tratar de encontrar el punto donde nos perdimos.